LEMURIA Y ATLÁNTIDA: Desconexión de la fuente
LEMURIA Y ATLÁNTIDA: Desconexión de la fuente
Cuando el velo entre los mundos era tenue y el alma humana danzaba en armonía con la creación, florecieron dos grandes civilizaciones: Lemuria y Atlántida. No eran mitos, sino realidades espirituales que marcaron una edad dorada de la humanidad.
El ser humano vivía plenamente conectado con su divinidad interna. La intuición, la telepatía, la auto-sanación, la visión del aura, el viaje astral y la comunicación con los planos superiores eran parte del día a día. Los dones del espíritu no eran privilegios, sino herencia natural.
Pero con el paso de los ciclos cósmicos, la humanidad fue descendiendo en vibración. Caímos en la densidad, en el olvido, en la ilusión de la separación. Las guerras, el ego y el deseo de dominio, apagarón poco a poco la llama de la conciencia.Tanto Lemuria como Atlántida, en su decadencia, fueron testigos de la pérdida de esos dones y de la desconexión del Ser con la Fuente.
Hoy, en este nuevo amanecer espiritual, la luz está regresando. La humanidad está recordando. Las antiguas escuelas de misterio se están reactivando en el alma de quienes han sido llamados.
Tú también puedes reconectar con tus poderes dormidos, porque jamás se perdieron: solo fueron velados. En lo profundo de tu ser, la llama sagrada sigue ardiendo, esperando ser avivada con conocimiento, práctica y voluntad
Al sanar totalmente un mal-estar físico o energético, automáticamente elevamos la vibración acercándonos al amor incondicional, aumentando la vibración de los chakras, lo cual nos permite hacer magia diariamente, pudiendo vivir en el estado natural del universo, que es la abundancia en todo sentido y co-crear la realidad que deseamos, sin importar que tan fantástica sea.
La misión de Malak Lvx, es guiar a las almas que sienten el llamado a activar la conexión divina, a través de la ciencia sagrada (Magia), sabiduría ancestral, el dominio de las fuerzas elementales y espirituales, transformando la oscuridad en luz, para que eleven su vibración; logrando redirigir su camino hacia el plan divino trazado.